El 19 de mayo tuvimos la fortuna de poder asistir a una nueva sesión “On The Edge” en la que pudimos debatir sobre las nuevas tendencias del capitalismo. La reunión comenzaba cuando uno de los ponentes, Sebastián Cebrián, nos alertaba de una posible muerte cercana del capitalismo tal y como lo conocemos.
Este debate está muy extendido en la actualidad, debido a que se ha creado una tendencia de consciencia social en la que, por una vez, el dinero no está en el centro de nuestras estrategias. A lo largo de la charla se comentaba la necesidad de virar hacia un capitalismo sostenible, es decir, apostar por un cambio de paradigma en el que los negocios no solo se guíen por generar valor monetario, sino también bienestar social. No solo buscar la rentabilidad económica, también buscar solventar los grandes problemas sociales de la actualidad.
Además, resulta relevante añadir que, como nos comentaba Marta González durante la sesión, dicha visión a largo plazo de la empresa tiene que ir indudablemente de la mano de un enfoque sostenible, en términos de respetar el medioambiente.
Esta responsabilidad social ya la hemos visto en múltiples ocasiones en la actualidad. Un ejemplo de ello podría ser cuando Samsung lanzó al mercado el producto “Blind cap”, un revolucionario gorro de natación que hacía la vida más fácil a los nadadores ciegos. Con esta campaña no se buscó la rentabilidad económica (de hecho, no obtuvieron grandes ingresos directos), se pretendía mejorar la imagen de marca de la compañía, posicionándola como una institución que se preocupa por los problemas de la sociedad.
El término “capitalismo sostenible” fue acuñado por John Mackey y Rajendra Sisodia en un libro que publicaron a lo largo del año 2013. Dicho capitalismo se sustentaría fundamentalmente en cuatro pilares:
- Propósito superior: La razón de existir que tiene un negocio. ¿Por qué creamos la empresa? ¿Qué quiero aportar al mundo?
- Integración de stakeholders: Tradicionalmente se han visto los grupos de interés como un medio con el que maximizar el beneficio. En este nuevo paradigma propone tenerlos más en cuenta y respetarlos.
- Liderazgo consciente: Se necesitan líderes más empáticos y con habilidades comunicativas, más humanos.
- Cultura de la empresa: Es un producto diseñado cuidadosamente para ser el activo más importante de la organización, define lo que somos como institución.
Esta nueva tendencia no es más que una forma de encaminarnos hacia el hacer las organizaciones más humanas. Las empresas no son más que un conjunto de personas enfocadas en un mismo objetivo, buscar el confort de los trabajadores debe ser nuestra prioridad; son el recurso más preciado.